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viernes, 20 de diciembre de 2013

Pequeñas victorias y pequeñas derrotas

El cambio de identidad (legal)

Este es un viaje largo.  El cambio de identidad legal es más complejo de lo que pensé.  Es muy tedioso.

1. Cédula de identidad: En la cédula te podés poner en el CC el nombre correcto.  Para cambiarse el nombre, hay que ir con un abogado y 2 testigos a un tribunal y allí solicitar el cambio de nombre.  Eso lo haré en enero.  Hoy estoy cansado (aguevado) de las estupideces por no tener mi nombre correcto en la cédula.

2. Tarjetas bancarias: Más o menos. Una vez que tenés que CC, podés solicitar que te pongan el nombre correcto. No hay ningún problema con esto; de hecho están super bien entrenados en los 2 de los 4 bancos a los que he ido: BCR y Citi.  Si la tarjeta es corporativa (como la de mi empresa, por ejemplo), NO se puede cambiar el nombre. :(

3. Licencia: No se puede cambiar el nombre por el del CC.  Ni modo, tendre que esperarme.

4. Pasaporte y visas: Obviamente, hay que esperar al cambio en la cédula.

5. Títulos y todo lo demás: Igual.

Hoy estoy un poco bajo.  Con todas estas vueltas en los bancos. Casi todo me ha salido bien, pero he tenido que ir 10 veces  (en serio, 10 visitas a bancos) para cambiar mis tarjetas que tengo en 4 bancos.  La tramitología tica me está causando una leve disforia.

viernes, 6 de diciembre de 2013

La ida al baño

En esta semana, mi colega Enzo publicó una foto que es bastante representativa de los miedos de un ftm a la entrada de un baño.   Si entro en el de mujeres, algo me dirán; si entro en el de maes, ¿qué pasa?.
Fuente: Desconocida.
El manejar esta ansiedad es de lo más difícil de la trancisión, sobre todo en el punto cuando no se es, ni se deja de ser - a los ojos de la gente-.  Es una decisión personal, y que muchas veces la tenemos que tomar después de episodios desagradables.  No hay duda que lo mejor son los baños unisex: son cómodos y seguros.  Excepto en el brete, yo decidí usar solamente el baño de maes.  Las mujeres son más proteccionistas de su espacio; a los maes, les pela quién entra o quién sale.

Ahora, para los que quieran orinar de pie. Hay que entrenar. Mucho. 

Primer paso:  Vayan a Walmart y compren un medicine spoon.  Están en la sección de bebés, y cuestan como 4,000 colones.

Segundo paso: Corten la cucharita en desnivel.

Pueden practicar con el tubo largo al principio.

Tercer paso: A practicar.  El mejor lugar es en la ducha, porque se van a orinar 100 veces antes de lograrlo. La clave está en colocar la cucharita en la posición perfecta.  Cada uno de nosotros tiene diferente anatomía, por lo que no podría decirles con exactitud, qué hacer.  A mí, me costó bastante llegarle, pero por fin lo logré.  Tienen que practicar mucho el dónde colocan la cucharita para que la orina salga toda por el tubo, y que sea una posición cómoda para ustedes.  Despúes de dominar la técnica, prueben hacerlo con ropa, en el baño.  Obviamente, no cuando tengan que salir, porque tendrán algunos accidentes: se van a orinar, van a orinar la ropa, van a orinar el baño... un desmadre.

Para uso en baño público, es mejor tener el tubo corto o un soft pack que tenga el stp incluído

No lo muestro acá como es, pero más o menos, este es el uso del stp. Cuando se coloca dentro del pantalón, no se nota que es tubo.
Hay soft packs que ya vienen con la cucharita incluida (luego pongo una foto, no sé si la puedo poner en el blog). Estos son los que se usan para el día a día, porque el pack tiene un efecto visual, y que tenga el stp incluido nos permite usar el orinal.   Hay maes que usan el orinal solo con el medicine spoon.  A mí, eso, me da un toque de susto.  Si no tenemos el soft pack con el stp, prefiero usar el baño con puerta, que todos los baños tienen.  Yo sugiero que si quieren usar el orinal, entonces hay que usar el soft pack. Pero igual, hay que aprender a usar la cucharita.

El comportamiento en el baño es diametralmente opuesto en hombres y en mujeres.  Las mujeres socializan en el baño; los hombres no.  Las mujeres se ven en el espejo, chequean a quien entra, hablan por teléfono... Los maes, no. Cero. Igual, yo nunca socializo mucho, menos en el baño, así que esto no es gran diferencia para mí.

Más tarde pongo más info; por ahora, les digo que: Esta es una decisión difiícl que tiene cierto grado de inseguridad. Por atarantados, no vayan a meterse en problemas. 

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Navidad en familia

Se acerca la epoca en la que compartimos más con la familia; esto nos coloca en todo tipo de situaciones, y me parece pertinente recordarnos que es nuestra responsabilidad, y no de nuestra familia, el que nosotros la pasemos bien.  En estos días también recordamos el por qué es que solo nos vemos para Navidad...

En mi casa son expertos en ignorar al elefante blanco que está sentando en la sala tomando café con la familia.  Mis papás saben de mi transición, me aman infinitamente, y me apoyan a su manera; pero diay, no lo logran con los pronombres, y menos con el nombre!

Mis papás me dicen que no me reconocen en el teléfono porque tengo la voz muy ronca, en el restaurante me dicen caballero, mi hijo me llama con pronombres masculinos, pero para mis papás sigo siendo Laurita.  ¡Por Dios! :o Hay veces que lo tomo tranquilamente, y hay veces que me enojo, pero tengo que tomarlo con más calma. Les va a tomar tiempo, y tenemos que ser pacientes.  Esto significa o mucha meditación o mucha Tafil, pero es nuestra reacción la que determinará si el pleito en la cena de Navidad -típico de toda familia- lo causaremos nosotros o nuestros hermanos.

No soy experto en relaciones familiares; de hecho, soy bien chapa, pero sugiero:

1. Preparación mental: ¿Quién va a estar en la cena? Ya que conocés a tu familia, sabés con qué te va a salir cada uno. Si estás preparado para la estupidez, será más fácil ignorar el comentario.

2. Buena actitud. Ya lo dije: con meditación, o tafil. Evitemos el guaro, porque a algunos les da por alzar pleito, y nada bueno saldría de esto.  Si hay algún problema, dificilmente recordarán que NO lo iniciamos nosotros.

3. Las cosas de quien vengan. Tu familia te conoce, saben qué decir para picarte. Bueno, no piqués el anzuelo. Ignorá el comentario y seguí con tu cena.  ¿Realmente crees que tu comentario mordaz cambiará la opinión de tu hermana? Dificilmente.

4. Seamos agradecidos. Si estamos en la cena de Navidad con nuestra familia es porque tenemos familia, y con todo y todo, al final son los únicos que se quedan a la par de uno cuando la cosa está mal. Ni yo soy perfecto, ni ellos lo son. pero son nuestra familia, y a ellos -para bien o para mal- les debemos que hoy seamos los hombres que somos.

Espero que todos tengamos una Navidad muy pacífica con nuestras familias. ¡Felices fiestas!